En el interesantísimo artículo de Francisco Olmos, J. M. de (2015), en el que analiza las citas monetarias que aparecen en el Quijote, dice lo siguiente:
"En el texto cervantino se citan también dos monedas que son específicamente musulmanas, en la historia del cautivo de Argel (I,40,508) se dice: “Acudí luego a desatar el lienzo, en el cual vi un nudo, y dentro dél venían diez cianiís, que son unas monedas de oro bajo que usan los moros, que cada una vale diez reales de los nuestros”, mostrando el autor un buen conocimiento de esta moneda, diciendo que es de oro bajo y que vale diez reales castellanos; y en su continuación (I,41,521) aparece otro tipo de moneda: “Yo le respondí que ya estaba rescatado, y que en el precio podía echar de ver en lo que mi amo me estimaba, pues había dado por mi mil y quinientos zoltanís”, cuyo nombre hace referencia a una moneda de oro otomana, realizada a nombre del sultán de Constantinopla (43).
(43) Las piezas otomanas realizadas en Constantinopla y las cecas imperiales del mediterráneo oriental siguen desde siempre los tipos de la moneda musulmana propios de la zona y económicamente están ligadas al ducado veneciano, que les da su nombre popular, zequí. En su avance por el mediterráneo central y occidental los otomanos se encuentran en el Magreb con una tipología monetaria y una tradición económica distinta, que es la de la antigua dobla almohade, el gran modelo musulmán del mediterráneo occidental, cuyas piezas se reconocen por el gran cuadrado inscrito que aparecen en anverso y reverso, y en esos momentos esa era el sistema en que acuñaban las dinastías que gobernaban distintos territorios pertenecientes a los actuales Marruecos, Argelia y Túnez, pero cuando los otomanos se hicieron con el control de Argelia y Túnez impusieron su modelo monetario, aunque durante algún tiempo mantuvieron unas acuñaciones con la tipología de la dobla, especialmente en Tlemecen, zona de contacto con sus rivales de Marruecos. En cuanto a la denominación zoltaní, o más bien sultaní, se refiere a que llevan el nombre del sultán otomano, la autoridad política emisora de la moneda.
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En cuanto a los zoltanís, soltanías o sultanís, Cervantes nos da pocos datos, pero Haedo los completa al decir que son monedas de oro fino que se labraban en Argel con un valor de 140 ásperos (14 reales españoles, o bien 476 mrs), aunque con este mismo nombre se denominaba a la moneda de oro (zequí) de los otomanos de Constantinopla, que por su mejor calidad se tasaba a algo más de precio, 150 ásperos, y que también circulaba en Argel, ya que de hecho este territorio estaba bajo la soberanía otomana, aunque tenía cierta autonomía, y como vemos entre sus competencias estaba la de acuñar moneda propia, e incluso cambiar sus equivalencias."