Corriente Córdoba (2003) recoge este término de la siguiente manera:
abacero (cs.) “tendero de ultramarinos”: del and. *ṣaḥb azzád “el de los víveres” (1), por falsa escansión en sintagma determinado pl. (< *los z+abacedos), con resultado de pérdida de la primera consonante, y contaminación posterior por el sufijo rom. de nombre de oficio. Esta derivación es corroborada por zabarced/ra/o “revendedor(a) de frutos o comestibles”, voz ast. donde sólo se da el segundo fenómeno opcionalmente, documentada por Coromines ya en su DCELC, y de cuyas var. el DRAE ha admitido, un tanto arbitrariamente, sólo zabarcera. Der. intrarrom. cs.: abacería.
(1) Locución no atestiguada como tal, pero sí sus componentes (cf. cs. zalmedina, zabacequia, etc., y cicarazate, q.v.). Como hace notar Coromines, nunca designó al panadero, cual pretendió Oliver, para forzar el étimo, suponiendo un híbrido ***xabbāz+ÁYR, y nada tiene tampoco que ver con el cs. abaz "aparador”, cultismo moderno de origen lt., aunque él mismo también yerra al derivar abacero de haba, sobrevalorando la var. asturiana fabacero y prestando poca atención a sabarzera. Tampoco merece comentario, ni se lo hace Coromines, el étimo ár. propuesto por Eguilaz, **abzār "especies", imposible fonética y semánticamente.