Asín Palcios, en 1920, exponía en sus "Etimologías" el étimo del término Galdrufa, de hecho; en el DRAE de 1925 ya se presenta dicha etimología:
"Galdrufa: Peón con que juegan los muchachos.
Esta voz aragonesa tiene su etimología, según el Diccionario, en la voz catalana baldufa. Es innegable el parentesco que une a ambas voces; pero galdrufa es el origen y no el derivado de baldufa; la voz aragonesa se acerca más que la catalana a la palabra árabe de la cual ambas derivan. Todos los diccionarios árabes traen la voz خذروفة jodzrufa para denotar un juguete infantil semejante a la galdrufa española.
Abensida, el insigne lexicólogo de Murcia, escribía en su Mojasas, diccionario de ideas afines, redactado en el siglo XI de nuestra era, lo siguiente:
"Aljodzrufa: objeto pequeño de madera, en cuya parte media se le ha hecho una hendidura;· átasele después fuertemente con un hilo, y, al soltarlo, deja oír un gemido. Es el mismo juguete que también se llama الخرارة aljarrara (la que susurra o gruñe reiteradamente)." ...
...Parece, ante todo, que la voz árabe pasó a nuestro romance sin el artículo; no tiene el fenómeno nada de anormal. La primera letra خ equivalente a la jota moderna, quedó debilitada en g, lo mismo que en las voces jalanchán, jatef y jarruba, que se pronunciaron galanga, gafete y garrofa. La guturalidad del خ exigió, en el habla vulgar, que tomase esta letra vocal a, en vez de la o que lleva en su grafía clásica. La segunda letra, ذ que en dicha grafía es una dz, se pronunció d simplemente, como ocurre, v. gr., en adive, que procede de adzib y en almuédzin, que se pronunció almuédano. La voz clásica jodzrufa quedó, pues, convertida en gadrufa. Finalmente, la l intercalada entre ga y drufa se explica perfectamente por la ley, observada ya por Dozy, Engelmann y Eguílaz, según el cual, una l eufónica se intercala delante de las dentales con mucha frecuencia, como en alcalde, de alcadi; albayalde, de albayad; arrabalde (port.), de arrabad, etc. "
En 2003, Corriente Córdoba, F. presenta los términos galdrufa, baldrufa y baldufa (ct.), haciendo una corrección a lo expuesto por Asín Palacios (1920; 1944), de la siguiente manera:
b/galdrufa (ar. incluido en el DRAE) y baldufa (ct.): "peonza"; contra lo que afirmaba Asín, es del todo improbable que estas voces tengan por étimo un derivado and. no atestiguado del ár. **xuḏruf, un juguete que sólo se parecería a la peonza en el zumbido y el hecho de girar, puesto que era un disco perforado que se hacía girar con un cordel, sin que conste su uso en Alandalús, a diferencia de este juguete, que recibió dos nombres, dawwáma (<cl. duwwāmah) y en Alcalá, el romanismo **trómpa/o, del rom . La forma básica parece ser la estándar del ct., que parece derivar de la prolífica raíz and. {ḥṭr}, con un sufijo rom. {+ÚF}, del que se da algún ejemplo Coromines, o que puede ser alternancia fonética de {ÚČ }. Der. intrarrom. ct. baldufenc, baldufer, baldufari y baldufella.